“Nada tienes que temer, al mal tiempo, buena cara,la Constitución te ampara, la Justicia te defiende,la policía te guarda, el sindicato te apoya,el sistema te resguarda, y los pajaritos cantany las nubes se levantan.Cruza los dedos, toca madera,no pases por debajo de esa escalera.Evita el trece y al gato negro,no te levantes con el pie izquierdo.Y métete en el bolsillo, envuelta en tu carta astral,una pata de conejo por si se quiebra un espejoo se derrama la sal.Vigila el horóscopo y el biorritmo,ni se te ocurra vestirte de amarillo…” del tema "Toco Madera" de JOAQUIN SABINA
Casi nadie está dispuesto a admitir públicamente que es supersticioso, pero en la intimidad y en nuestro fuero interno caemos en algunas de esas prácticas. Si se derrama sal en la mesa, recogemos un poco de la misma arrojándola por encima del hombro izquierdo; si en nuestro camino se interpone una escalera abierta, la bordeamos
Desde las culturas más primitivas se conoce el empleo de la sal para la conservación de los alimentos y para evitar la corrupción de los cadáveres al embalsamarlos. Es decir, se le otorgaba un misterioso poder purificador. Por tanto, resulta lógico que el derramar sal constituyera un indicio de mala suerte. Se llegaba a echar sal en la puerta de una casa para conjurarla de los malos espíritus. Para esta superstición también hay que buscar algunos de sus posibles orígenes en hechos bíblicos. Se dice que el pelirrojo vertió el salero sobre la mesa en la Última Cena, percance y maleficio que reflejó en su cuadro homónimo. Para contrarrestar estos malos augurios (más bien sugestión) se acostumbra a echar una pizca de sal derramada sobre el hombro izquierdo tres veces, ya que según la tradición este hombro es elegido para apaciguar al diablo.
Desde las culturas más primitivas se conoce el empleo de la sal para la conservación de los alimentos y para evitar la corrupción de los cadáveres al embalsamarlos. Es decir, se le otorgaba un misterioso poder purificador. Por tanto, resulta lógico que el derramar sal constituyera un indicio de mala suerte. Se llegaba a echar sal en la puerta de una casa para conjurarla de los malos espíritus. Para esta superstición también hay que buscar algunos de sus posibles orígenes en hechos bíblicos. Se dice que el pelirrojo vertió el salero sobre la mesa en la Última Cena, percance y maleficio que reflejó en su cuadro homónimo. Para contrarrestar estos malos augurios (más bien sugestión) se acostumbra a echar una pizca de sal derramada sobre el hombro izquierdo tres veces, ya que según la tradición este hombro es elegido para apaciguar al diablo.
Otra versión dice que la costumbre viene desde la época de los fenicios (y antes aún) cuando a la sal se la consideraba dinero. Era muy valorada por marinos y comerciantes y, en caso de ser derramada, nadie quería hacerce cargo de su pérdida. Fué así que se acostumbró a dejarla y tomarla del piso en caso de pagos con ella.
3 comentarios:
Mi kerido..para que veas q no soy una persona q no critica nunca,he aqui una correccion,el tema Toca Madera es de Joan Manuel Serrat.Vale tio q esten cantando juntos,pero no son la misma persona!!
Por lo demas...TODO BONITO COMO NO PODIA SER MENOS EN VOS!
Besotes
Jime.
Tiene Ud toda la razon Jime. Y para que vea que el poroto es todo suyo, prometo editar el comentado post con comentario incluido. Tengo otro amigo, Dani, que como UD es docente, me hace mucho bien que me corrija pues en el fragor de la lucha teclado, pantalla, vaso uno se ovida de ciertas cosas. Como la ortografía, los tiempos verbales e historicos. Gracias por la tención y por tenerme en cuenta. Saludos
Juan P.
fe de ratas (ja) :quise decir atencion en vez de tencion
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