
El dueño del mejor restaurante del Mundo confesó querer preparar la pizza más rica del planeta.
El mousse de humo, el caviar de melón, el gazpacho de bogavante y la menestra en textura son algunas de las recetas favoritas de Ferran Adrià, el alquimista que revolucionó el mundo de la gastronomía con su restaurante El Bulli y que gracias a su creatividad y sus sorprendentes presentaciones y platillos ha destacado como el chef número uno de la cocina mundial.
Sin embargo, la historia que este personaje ibérico escribe de sí mismo y de su trabajo está a punto de cambiar.
Hoy, Ferran Adrià -en conjunto con sus socios en El Bulli- está decidido a desenterrar los más íntimos secretos que lo lleven a preparar "la mejor pizza del mundo". También acaba de lanzar una cerveza, nada más y nada menos que en Nueva York, en sociedad con la cervecera española Estrella Damm.
¿Qué pasa que el cocinero más prestigiado del mundo busca la forma de llegar a más gente?
Adrià se quejó en fechas recientes, en un artículo publicado en el diario El País, que resulta increíble que España, una nación que tiene cuatro chefs entre los 10 mejores del mundo, no pueda ofrecer en sus lugares de cocina modesta y local un producto de calidad a un precio justo.
Alega que aunque no todos los chefs españoles pueden tener estrellas Michelin, los cocineros jóvenes no deben conformarse con hacer las cosas "por salir del paso" y ponerse las pilas para "subir el último escalón". Asegura que hoy la gente exige que incluso "un simple bocadillo no esté hecho con jamón chicloso y el café sea bueno y aromático".
La idea es que la cocina de élite sea la punta del iceberg de una gastronomía española que en lo general resulte exquisita y de muy alta calidad, se trate del nivel de precios del que se trate.
Pero, ¿es este deseo lo único que mueve a Adrià para incursionar en nuevos y mas populares mercados?
La Stampa, publicación diaria de la ciudad de Turín, dio a conocer que El Bulli representa una fuga de dinero para Adrià. De hecho, en el medio gastronómico, los rumores de su clausura se han hecho cada vez más fuertes, lo que presuntamente podría ser la verdadera razón por la que los hermanos Adrià están tan ansiosos de abrir una pizzería catalana y de diversificar sus productos.
El feudo, ubicado en Cala Montjoi, Roses, en la región de Cataluña, España y distinguido con tres estrellas de la Guía Michelin, es conocido por abrir únicamente durante seis meses al año; sin embargo, Alberto Adrià dijo a los estudiantes del Istituto d'Arte Applicata de Turín que "El Bulli es una marca sólida, pero ya no queremos cocinar sólo para unas cuantas personas".
Quizás la crisis ha alcanzado también a la mejor y más exclusiva cocina del mundo, la cual debe operar con equipo carísimo y altamente especializado para lograr las novedosas texturas y presentaciones que han hecho mundialmente famoso a su amo y señor.
Ni tanto que queme al santo...
Por otra parte, ninguno de estos dos productos populares lo es tanto en realidad. Según el diario L.A Times, el chef catalán, que el 14 de mayo pasado cumplió 47 años, se encuentra recorriendo distintas ciudades de Italia, acompañado de su hermano Alberto, con quien planea abrir la pizzería en Barcelona.
Giulio Ferrari, propietario de la pizzería La Cozza, una de las más famosas de la región y a donde el mismo chef español acudió en búsqueda de información en octubre del año pasado, dijo que sólo espera que Ferran "no deconstruya demasiado la pizza y termine convirtiéndola en una espuma".
Adrià estuvo también en contacto con Aldo Brandi, uno de los descendientes del inventor de la pizza Margherita, la cual lleva más de 120 años en el gusto del público. El chef ha asegurado que su deseo es guiarse por los orígenes de la pizza. Tanta investigación sugiere que su creación no será para cualquier bolsillo.
En cuanto a la cerveza, que lleva por nombre Inedit, esta fue creada por los sommeliers de El Bulli junto con Adrià y su socio Juli Soler y los maestros cerveceros de Estrella Damm.
"La gente no pide cerveza en los restaurantes porque cree que no tiene glamour", dijo Adrià a El País. La idea, surgida hace dos años y medio, era subir el estatus de esta bebida. "Es una cerveza gourmet, para disfrutarla en casa y para mesas cosmopolitas. Dentro de cinco años habrá más como ésta", añadió.
Según sus creadores, es de tan alta calidad que puede competir con el vino, y su proceso es tan complicado y riguroso como el de éste. "Es una mezcla de malta de cebada y trigo, aromatizada con especias. Lleva cilantro, piel de naranja y regaliz", explicaron los sommeliers Ferran Centelles y David Seijas a la prensa estadounidense.
Con todas estas novedades, lo único que Ferran Adrià deja en claro es que los genios también tienen que enfrentar formas creativas de superar las crisis.
Por: eluniversal.com.mx
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