martes, 22 de enero de 2008

QUIERO UN ASADITO EN TU CASA HORACIO


Canilla libre de tinto

Guarany afirma que su caserón de Coghlan no era sólo un espacio para comer asado y tomar vino. Recordado por la rueda de carreta que decoraba la entrada, el lugar atesoró el rebenque de Chacho Peñaloza, una versión de la Biblia en toba, una de las primeras ediciones del Martín Fierro, el mate de Gervasio Rosas (hermano de Juan Manuel) y una colección de puñales y facones antiguos. Una anécdota imperdible ocurrió el día de la inauguración. Guarany organizó un asado monumental, con fuentes de quesos y fiambres condimentados, costillares, lechón y otros manjares, e invitó a numerosos amigos. “Cerré con llave la bodega y no serví nada de tomar: cuando empezaron a comer todos empezaron a sentir sed y me pedían por favor que trajera vino. Yo les decía ahí tienen la canilla, sírvanse. Los invitados creían que los estaba cargando ¿Cómo nos vas a dar agua con esta comida?, me decían. Yo insistía que ahí estaba la canilla. Hasta que uno no aguantó más y se levantó a servirse agua. La sorpresa fue cuando vio brotar un líquido oscuro que, al probarlo, resultó ser vino. Ese día yo había cerrado la entrada de agua de la calle y abrí todas las canillas de la casa, hasta que se vació el tanque. Después lo llené con unas diez damajuanas de vino”, cuenta Guarany a las carcajadas.A partir de aquel mítico episodio sucedido hace tres décadas, digno de un cuento o de una película, la gente no ha dejado de preguntarle al cantautor santafecino si es cierto que sale vino de las canillas de su casa. Historias como ésta son las que le otorgaron a Horacio cierta fama etílica. “En mi caserón de Coghlan no todo era vino, como las mentes podridas de siempre se creían. A los pobres incapaces de triunfar en lo suyo les sirvió para endilgarme a mí el vergonzoso título de borracho, a mí, que soy el mejor bebedor del mundo porque soy bebedor de calidad, no de cantidad, y al que jamás verán borracho porque el que se emborracha no sabe beber, se intoxica y no goza el placer del vino, que como la mujer debe ser siempre en su justa medida y de primera”, aclara desde sus Memorias.
  • VOLVER EN VINO (BAGUALA) Letra y Música : H. Guarany
Si el vino viene viene la vida:
vengo a tu viña, tierra querida.
Quisiera dejar mis huesos
bajo cielo mendocino
que mi sangre y mis cenizas
se vuelvan camino del vino.
Qué triste ha de ser morirse
y no volver nunca más,
pero es tan linda la vida,
pero es tan churro el camino,
que si me muero algún día
entiérrenme en Mendoza,
en San Juan, allá en la Rioja
o en Cafayate La Hermosa
que en vino habré de volver!
Y cuando lloren las viñas
para que rían los hombres,
he de volver en las copas
que habré de mojar las bocas
de mis viejos compañeros
o tal vez de la que quiero
y no me pudo querer...
y en una noche de farra
cuando lleven la guitarra
si ven al vino llorar
déjenlo llorar su pena
déjenlo llorar su pena
que en la lágrima morena
como nunca he de cantar!
La vida es un vino amargo,
dulce de jarra compartida:
que los que nadan pa' dentro
se ahogan solitos en vida.
Si el vino viene viene...

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