viernes, 25 de enero de 2008

LA MARCHIGIANA


Cuando uno llega a Mendoza y se aloja (sea en hotel, casa de familia o donde sea) y pide información para ir a comer "lindo" le dicen, SIEMPRE, La Marchigiana y otros.


Este restó de la Familia Barbera, con la mamma al frente, ya es un clásico de la ciudad. Con sus más de 40 años de gastronomía local, tienen un impagable boca en boca que sería la envidia del mejor asesor de imagen. Poseen dos locales, uno en el centro y otro en el Palmares Shopping Mall. Ambos con la misma propuesta.

Desde Joan Manuel Serrat hasta el papa Juan Pablo ll aparecen retratados en las paredes del local. Tienen un público fiel y refinado (dentro de la crema mendocina) y cuentan con gran apoyo de hoteles y agencias de viajes, lo que hace del lugar un manojo de etnias y edades. Los Barbera están muy bien posicionados en Mendoza, a nivel palabra autorizada en gastronomía, y no sólo están en La Marchigiana. Tienen el espacio Killka de la Bodega Salentein y Francesco, un restó de lo más top a 20 mts del Hyatt con cava, carnes de caza y demás detalles...pero ya hablaremos de él. La carta tiene un gran atractivo, en ella aparecen firmas, comentarios, dibujos de las mas diversas personalidades. Todo un hallazgo.

En nuestra visita optamos por un buen vino sanjuanino (foto), veníamos de cata en cata y cambiar el terruño nos pareció buena idea. Y lo fué. Pedimos tres platos para compartir entre tres comensales. Una carne, una pasta y un pescado. Las tres sugerencias del día. Y ahora es cuando la cosa se pone áspera. En los 4 años que llevo en Mendoza he ido en reiradas veces a comer a este local (a este nuevo, al del shoping y al viejo debajo del hotel) y la verdad....... mucho ruido y pocas nueces. Jamás me fuí con la panza llena, ni con el corazón de gordo contento. A mí, no sé si por falta de suerte o qué, no me fué nunca bien. Me parece bárbaro el concepto de cocina de familia, pero la relacion calidad-precio me parece que en este caso no funciona. Dista de sorprender y no esta a la altura de la fama que posee. Mucha gente habla bien del restaurante y tal vez más gente de la que lo conoce realmente. O al menos ultimamente. No me gusta la cocina, y perdone señora, me parece que mi vieja cocina mucho mejor que Ud.

El servicio de salón, por el contrario, es muy bueno. Tal vez, para mi gusto, no tienen onda, son muy medidos y secos. Me llama la atención que cuando buscan personal ponen como referencia "preferentemente mayores de edad, casados y con hijos".. todo un dato. La carta de vino es una más de tantas y si me pongo a hilar fino... no vuelvo. Aunque no creo que se fundan sin mi preferencia, creo que bien le vendría una buena vuelta de tuerca a la propuesta. Por lo menos... asi lo veo yo.

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