Tal vez para la mayoría de los lectores son conocidos, o clásicos, o piensen que acá no inventamos nada nuevo. Y es verdad.
Lo que les voy a decir en este post, ni más ni menos, es a dónde no puedo dejar de ir cada vez que voy a Buenos Aires y, si lo logro, les daré un porqué.
Nada más simple que eso.
Montevideo 341. Centro. Tel. 4374-0762
A mí siempre me gustó esta sucursal, hay otras. Queda a pasos de la Av. Corrientes y por la tarde se puede ir sin problemas porque permanece abierto de corrido.
Me enamoré de este lugar por los "vermicheli tuco y pesto", es el clásico del lugar. Una cosa de locos, inigualables. Pippo es medio berreta en algunas cosas, digamos la verdad, te traen el queso ya servido, los mozos son de lo peorcito de Bs. As, pero tiene una magia única. Sabe interpretar la onda porteña. Con el tiempo fuí descubriendo otras cosas de su menú y, la verdad, saben lo que hacen y lo hacen muy bien. "Polenta con tuco, chorizo colorado, queso cremoso y bolognesa"... Una locura !!!, no debe haber mejor restaurante para comer polenta que este. Si te la polenta, tanto como a mí, ni lo dudes. "Provoleta oreganatto"... muy bien. Pippo tiene, también, una destacada parrilla. Repito, tenele paciencia a los mozos que todavia viven a mediados de siglo pasado.
Un buen momento porteño: teatro/cine/Pippo... a cualquier hora y cualquier día.
Acá la cuestión es otra. El Güerrín es la típica pizzería porteña al paso, así nació, y así perdura.
Una de las mejores pizzas, fainas y empanadas de la calle Corrientes. Sin duda, es una pizza clásica de excelente sabor. Acá el servicio no es importante, todo sale rápido, al corte con vaso de vino como acompañamiento. El ambiente inconfundible: ruido argentino y la voz bien alta. La mejor opción para la salida de los cines o para comer unas porciones al paso, de parado, en la barra.
Al fondo hay mesas donde los de siempre toman sus moscatos y sus porciones cuidando de no mancharse la corbata para volver a laburar.
De parado o sentado es un lujo.
EL DESNIVEL
Defensa 855 Tel: 4300-9081 Zona San Telmo
La primera vez que fuí al desnivel no lo pude creer. ¿Cómo no lo conocí antes? Si uno busca calidad, refinamiento o servicio de excelencia... no es acá. los mozos más bizarros que he visto en mi vida los vi acá. Cuando algo se acaba en la parrilla, por ejemplo, el parrillero o el mozo (a viva voz, por no decir a los gritos) avisan: Se acabó el vaciooo!!!!, se acabo el vacioooo!!!!. La gente permancece incrédula al principio. Pero luego, cuando se le conoce mejor el ambiente, es un lugar de culto.
El Desnivel, hoy, está mas grande, hay gente nueva, ya no es el parrillón de antaño donde uno se comía los chori de parado riendosae con los chistes de los cocineros. Ahora se pueden ver cámaras de foto de última generación entre los dedos de los gringos, japonesas limpiandos el chimichurri de las faldas mientras tratan de decifrar qué carajo comen. pero bue, como todo en la vida... las cosas cambian.Se sigue comiendo bien y, uo creo, atesora aún millones de anécdotas que sólo los adoquines del piso podrían algún día comentar. por la noche hay cola para comer, aunque la gente sea de variados países, eso no cambia nunca. Como el choripan y la papa provenzal.
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