Así, para facilitar la compra correcta de un gran reserva el
aficionado, debe contar hacia atrás a partir del año en que se encuentre. Es
decir, si sabe que el periodo de crianza de un gran reserva es de 5 a 6 años.
Aventurarse en adquirir ahora añadas más viejas implica mucho riesgo si no se
conoce de antemano la filosofía de la bodega y, en la mayoría de ocasiones, la
experiencia termina en decepción. Por eso en cuestión de vinos, no debe
confundirse nunca el apogeo de un vino con su presumible longevidad. El apogeo
marca el momento en que el vino alcanza la máxima exaltación de sus mejores
cualidades organolépticas y puede mantenerse en él más o menos tiempo, mientras
que la longevidad se inicia justo cuando termina el apogeo.
¿CUANTO TIEMPO PODEMOS GUARDAR
UN VINO? : La regla es sencilla, cuanto más tiempo ha tardado un vino en
alcanzar su punto álgido en la bodega elaboradora, más tiempo se mantendrá en él
antes de iniciar su decadencia. Es decir, si la bodega ha tardado 7 años en
elaborar un gran reserva, ese vino recién salido al mercado se mantendrá en
buenas condiciones de consumo durante 7 años más. Evidentemente, de todo hay en
la viña del señor, por lo que puedes encontrar excepciones y algunos vinos muy
especiales pueden aguantar hasta 10, 15 o 20 años. Pero recuerda que un vino
comercializado como crianza o reserva no se convertirá jamás en un gran reserva
por mucho tiempo que lo guardes en tu bodega, y hasta es muy posible que sólo te
sirva para aliñar una buena ensalada...
Mi consejo es que elijas un
vino en el momento en que la bodega lo ponga en el mercado, te busques una buena
compañía y lo disfrutes en todo su apogeo sensorial y mañana Dios dirá...y lo
mejor que te puede decir es que para otro día compres otra
botella...
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