
Una investigación británico-chilena demostró que la música puede influir en el sabor del vino. El Cabernet Sauvignon es perfecto para el rock, el Syrah para la música clásica y new age y el Merlot para los lentos.
La música puede influir en el sabor del vino, según una investigación británico-chilena presentada el miércoles en Londres, que recoge cuáles son las canciones adecuadas para cada tipo de caldo.
Así, el rock duro de mitos como Jimi Hendrix o los Rolling Stones es el perfecto acompañante para una copa de Cabernet Sauvignon, mientras que la ópera da especial brillo a un Syrah 2006, según el estudio realizado por los psicólogos de una universidad británica.
La investigación, realizada en colaboración con un productor de vinos chileno, afirma que los diferentes tipos de música estimulan diferentes partes del cerebro y nos preparan para degustar vinos de una forma consecuente a esas melodías.
Por ejemplo, cuando se oye una pieza musical de gran fuerza, como puede ser la cantata escénica Carmina Burana, un vino como el Cabernet Sauvignon se percibe un 60% más potente, rico y robusto que cuando se saborea sin música alguna.
Es la primera vez que se ha probado científicamente que la música puede afectar a la percepción de otros sentidos y cambiar el gusto de un vino, dijo el profesor Adrian North de la Universidad Heriot Watt de Edimburgo.
La investigación fue impulsada por el productor chileno Aurelio Montes, que canta cantos gregorianos mientras hace madurar a sus viñas porque, según afirma, esas suaves vibraciones mejoran la calidad del vino.
Me intrigó el enfoque de Montes y me agradó explorar si la música podía verdaderamente influenciar el gusto de nuestros vinos, explicó North, jefe del departamento de Psicología Aplicada de la citada universidad escocesa.
David Williams, editor de la revista WineSpirit (Vinos y Licores), también se entusiasmó con el proyecto.
Me gusta la idea de que la música pueda tener un efecto tan enorme en el sabor del vino y también me gusta que la gente del comercio del vino pueda utilizar esa información, dijo.
Quizás podamos empezar a ver cómo cambian esas ofertas de una botella gratis por una comprada por otras de una botella y un CD de Mozart gratis. Incluso un día quizás pueda haber elencos de música asociados a la carta de vino en los restaurantes con las estrellas Michelin, bromeó.
Los investigadores proponen en su estudio una lista de piezas musicales adecuadas para los diferentes tipos de vino.
Así, en el caso del Cabernet Sauvignon las melodías perfectas para exaltarlo serían All Along the Watchtower de Jimi Hendrix, Honky Tonk Woman de The Rolling Stones, LiveLet Die de Paul Macartney y Won't Get Fooled Again de los Who.
El Chardonnay va perfecto, en cambio, con Atomic de Blondie, Rock DJ de Robbie Williams, What's Love Got to do With It de Tina Turner y Spinning Around de Kylie Minogue.
El Syrah es más clásico y se exalta con ese aria de Nessun Dorma de Puccini cantada por el fallecido Luciano Pavarotti. Pero tampoco desdeña la música moderna como Orinoco Flow de Enya, Carros de Fuego de Vangelis y Canon de Johann Pachelbel.
En cuanto al Merlot, sus almas gemelas melódicas son Sitting On The Dock Of The Bay de Otis Redding, Easy de Lionel Ritchie, Over The Rainbow de Eva Cassidy y Heartbeats de José González.
Fuente: Los Andes Diario
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